1. Elija una silla de oficina que no corte en la parte posterior de sus rodillas y ajuste la altura del asiento para permitir un ángulo de 90° en las rodillas.
2. Coloque los pies en el piso, o en un reposapiés si es necesario, para obtener un ángulo de 90° en las rodillas.
3. Apoye su espalda con un respaldo para mantener la curva natural de la columna vertebral.
4. Coloque la cabeza con la barbilla ligeramente inclinada hacia adentro mientras continúa mirando hacia adelante. Evite extender el cuello hacia adelante.
5. Relaje los hombros y evite inclinarse hacia adelante.
6. Apoye los codos en reposabrazos que le permiten mantener los hombros relajados y los codos doblados en un ángulo de 90°.
7. Use un reposamuñecas si no tiene un soporte para muñecas.
8. Centre el teclado delante de usted y coloque el ratón cerca del teclado.
9. En esta postura óptima, ajuste la altura de su pantalla para que el centro de la pantalla esté a la altura de los ojos.
10. Compruebe que su vista es adecuada y asegúrese de que sus gafas correctoras no le obliguen a adoptar una postura que suponga una carga para su cuello.